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La semana pasada, llegué al meollo de la cuestión. Enseguida me sumergí en lo que es mi proyecto: el compromiso musical contra la violencia de género. Encontré artistas que han decidido dedicar parte de su arte a estos temas, desde una perspectiva personal para algunxs, desde una perspectiva más universal para otrxs.
Mi primer encuentro artístico fue con código2999. Es unx raperx mexicanx que empezó a hacer música cuando descubrió que sus pensamientos se incorporaban fácilmente en los ritmos que escuchaba. Sus canciones encarnaban inmediatamente temas personales, de la vida cotidiana a veces, de la vida en otros casos.
Hablamos de una de sus canciones, Pensamientos Generales cuando voy a casa, que evoca el miedo a caminar por la calle. Un tema con el que muchxs de mis lectorxs pueden identificarse, sintiendo la vibrante angustia de caminar por una calle un poco demasiado oscura, un poco demasiado aislada, o incluso a plena luz, pero seguida un poco demasiado de cerca por una sombra inquietante.
Este es el tema que código2999 ha decidido desarrollar.
"Yo también tengo una rutina y también me podrían matar".
Sus otras creaciones están disponibles en el siguiente enlace : https://soundcloud.com/sonlasveintiun_am
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Durante un viaje a un hermoso lago, Umecuaro, conocí a mi segundo artista: Nanuq. Por el camino, me explicó que no se consideraba necesariamente un activista, ni un artista comprometido, sino un artista que celebra la vida y, por tanto, la igualdad de todas las personas.
Interpretó una de sus muchas composiciones, Aquí donde nací, invitándonos a cuestionar el estado actual de las cosas y a comprometernos activamente si algo nos choca (por ejemplo, el sexismo). Su filosofía es actuar contra lo que nos subleva.
Acerca de temas con perspectiva de género: "Qué bonito caminar con miedo e inseguridad. Si crees que nada de esto es bello, deja de ser parte de ella, [...] ponte en acción".
Sus composiciones están disponibles en el siguiente enlace : https://www.youtube.com/channel/UCRtw1t1Ko15EJWN_Oru6dNw/featured
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Estos dos encuentros, muy diferentes, me permitieron poner un pie en este mundo que todavía me es muy desconocido. Vi los compromisos personales, la diferencia de percepción según la identidad de género, las oportunidades de lucha a través del ritmo, la melodía, la postura, la mirada. La toma de poder a través de la música.
Durante estos intercambios, otrxs mexicanxs no artistas, activistas o mexicanxs más desinteresadxs asistieron a las performances, y sus reacciones, sus expectativas, también me ayudaron a entender mejor la posición de este arte en la lucha contra la violencia de género. He visto a personas poco sensibles a las cuestiones de género dejarse llevar por la música y sus reivendicaciones. He visto a activistas de ojos brillantes viviendo la canción. He visto a gente más burlona y menos convencida. He visto a un artista soñador, a une artista con rabia en su corazón.
Me cautiva esta música, estoy convencida de su papel en la lucha contra la violencia de género. Pero siento que aún me queda mucho por descubrir, por entender el matiz de los compromisos artísticos y su impacto en México.
¿Y tú, qué opinas al respecto? ¿Te sientes llevadx por esta música? (si no la entiendes, al menos su ritmo).
Espero sus comentarios en privado o en mi correo electrónico charlotte.caillat@essec.edu.